Exige MAIZ a Calderón detener asesinos de Bety Cariño y Jyri Jaakkola

Publicado el 24 junio, 2011 por Municipio Autónomo de San Juan Copala

24 de Junio. El dirigente del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), Omar Esparza Zarate, señaló que el diálogo que sostuvo el poeta Javier Sicilia, quien encabeza el Movimiento por la Paz, con el Gobierno Federal, exigió al Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, detener a los asesinos de Bety Cariño y Jyri Jaakkola, activistas sociales asesinados el 27 de abril de 2010 en la primera caravana humanitaria denominada “Caravana de Observación por la paz” que pretendía romper el cerco paramilitar en San Juan Copala.

Dijo que en el encuentro demandó se le brinde protección a los testigos de estos asesinatos, ya que no hay garantías para los defensores de derechos humanos que enfrentan situaciones de riesgo.

Mencionó que aquellos que denuncian, lo hacen con el temor de no ser escuchados, incluso hasta de ser agredidos, como es el caso particular de los testigos que llevan el caso del asesinato de Bety Cariño y Jiry Jaakkola Bety.

Expresó que, “Exigimos al Presidente el desmantelamiento del grupo paramilitar de la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui”, dijo.

Esparza Zarate, manifestó que espera que este primer diálogo entre la sociedad y el ejecutivo federal, sea el inicio para la construcción de un proceso que tanto hace falta en el país, con el fin de abonar a una transformación y de acabar con la violencia, la cual esta desatada por la corrupción de muchas instituciones del Estado.

“Ante esto rompí con el protocolo antes establecido, para exigir a la Procuraduría General de la República, la detención de Rufino Juárez, como cabeza de la UBISORT, por el asesinato de Bety y Jiry ya que su captura no fue por este crimen, si no fue consignado por dos asesinatos ajenos a estos”, manifestó.

Finalmente Esparza Zarate, mencionó que ante esto el Presidente se comprometió a garantizar las medidas de protección y seguridad, para abrir un canal de diálogo directo, y con ello castigar a los asesinos de los integrantes de la primera caravana humanitaria.