23 junio, 2011
MÉXICO, D.F., junio 23.- Omar Esparza, líder oaxaqueño quien denunció que no hay detenidos por el ataque a la caravana por la paz en San Juan Copala –donde murieron baleados dos activistas por los derechos humanos–, y Julián Le Barón, quien acusó que no hay responsables pagando el crimen y secuestro de familiares suyos en Chihuahua, pidieron al presidente Felipe Calderón, “no nos insulte”, a lo que el Mandatario federal respondió que no era su intención.
Durante el “Diálogo por la paz en México”, efectuado en el Castillo de Chapultepec de la Ciudad de México, Calderón dejó que sus colaboradores explicaran los casos presentados, como el de Esparza y Le Barón, y el de María Elena Herrera, cuyos hijos fueron asesinados.
Pero Esparza y Le Barón, de plano, le reprocharon la falta de castigo a responsables y pidieron que “no nos insulten”.
Calderón replicó que esa no es la intención ni de él ni de sus colaboradores, pero recalcó la necesidad de que, efectivamente, no se insulten unos a otros.
El oaxaqueño Esparza no estaba en la lista de oradores, pero interrumpió y Calderón accedió a darle el micrófono.
Esparza reclamó por la falta de castigo a los responsables de haber asesinado a los activistas humanitarios Jiry Jakkola, de Finlandia, y Beatriz Cariño, poblana radicada en Huajuapan de León, Oaxaca.
Antes, el poeta Javier Sicilia, líder moral de la “Caravana nacional por la paz”, le pidió permiso para fumar, ya que así como es inseparable de su chamarra de borrega color café y sus jeans de mezclilla, fuma más de ocho cigarros diarios.
Calderón accedió. Carlos Castro, de la sociedad civil, también sacó su tabaco y fumó.
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